Un recorrido por la historia del teatro

ANTÍGONA

El teatro siempre ha sido el gran espectáculo de masas hasta la llegada del cine, pero, aun así, sigue dando caña. El teatro no nace con los antiguos griegos, pero debemos tener en cuenta que esta civilización estableció unas formas concretas de hacer teatro que, después, siglos y siglos después, las otras culturas tomarían e imitarían. Pues, en esa Grecia clásica, nace Antígona, el personaje principal de la obra Antígona, valga la redundancia, del autor Sófocles.

Antígona, que pertenece a la nobleza de la ciudad de Tebas, actualmente Egipto, se enfrenta al rey Creonte que se niega a enterrar a uno de los dos hermanos de la protagonista porque luchó en la guerra en el bando perdedor. Antígona intenta hacer entrar en razón a Creonte, pero este no le hace caso y el gobierno de Creonte se va convirtiendo en una dictadura. Pero, a pesar de la opresión de Creonte, Antígona decide enterrar a su hermano una noche. Cuando Creonte se entera, me enfada mucho y la condena a permanecer prisionera en una cueva. Pero esta no es toda la historia.

Antígona nos enseña que hay que alzar la voz y decir “no” a la injusticia, pelear con uñas y dientes ante la opresión y la esclavitud de pensamiento. Antígona se atreve a hacerse esas preguntas que ningún otro u otra se atreve a formularse y a cuestionar la autoridad que, para ella, oprime y silencia. Antígona es una revolucionaria y nos da como regalo la certeza de tener que aventurarnos en el pensamiento crítico, argumentando nuestros puntos de vista con coherencia e inteligencia, ser valientes y luchar por la justicia.